jueves, 14 de noviembre de 2013

Salsa Chutney de Cebollas Amarillas




Las cebollas amarillas son una variedad de otoño-invierno española, cuya temporada va desde el mes de septiembre al de marzo. Posee un sabor bastante dulzón, por lo que puede ser utilizada para diferentes platillos en los que quizá no quedaría tan bien una cebolla común (o una morada) si no se la sabe cocinar bien.

Sí, una de esas recetas dulces en las que uno no se imaginaría una cebolla es justamente esta: el chutney de cebollas amarillas, ideal para acompañar carnes rojas o pollo, pero que se puede comer con lo que se desee.

Esta cebolla es una excelente fuente de Vitaminas A y C, que ayudan a prevenir infecciones respiratorias, fortalecer la vista y ayudar a mantener sano el tracto gastrointestinal, algo muy necesario cuando se acercan las fiestas y todos queremos comer a montones las delicias de navidad y año nuevo.

Además, su contenido de Potasio es alto, el cual ayuda a limpiar el cuerpo por su cualidad diurética, así como evita que se den esos horribles y dolorosos calambres musculares.

Así que si te encuentras con una buena oferta de cebollas amarillas pero piensas seguir caminando de largo porque no se te ocurre cómo podrías prepararlas, ¡aquí te dejo esta deliciosa receta!


Ingredientes:

  • 3 cebollas amarillas grandes.
  • 2 hojas de laurel
  • 1/2 barra de manteca
  • 100gr de azúcar
  • 50gr de pasas
  • 70mgr de vinagre balsámico
  • Sal y pimienta a gusto


Preparación:

Cortar las cebollas finamente en juliana.
En una sartén, saltearlas con el laurel y el azúcar hasta que la cebolla esté transparente (caramelizada).
Agregar el vinagre, la sal y las pasas.
Salpimentar a gusto.
Dejar que la mezcla se cocine a fuego lento, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
Retirar la mezcla del fuego cuando ésta alcanse una consistencia similar a la de la mermelada.


Este chutney es ideal para acompañar carnes rojas, pollo o para usarlo con carnes frías. El sabor es dulzón y es perfecto para contrarrestar un queso fuerte, ya sea añejo, azul, picante o salado. También va de la mano con gran variedad de verduras, como el morrón.

Y, por supuesto, se puede usar de la manera que más gustes, como para aderezar un sándwich, una hamburguesa, un pancho, una milanesa, unas costillitas de cerdo al horno, unos bifes a la plancha, unas papas fritas y más. No olvides servirlo para acompañar una tabla de quesos, una picada o, simplemente, a modo de merienda con queso y pan.

¡Fíjate lo fácil que es y lo deliciosa que queda!


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