miércoles, 23 de julio de 2014

Vinos de Bajo Costo para Acompañar Cualquier Picada




La picada es una de las entradas y comidas más complicadas de maridar, ya que hay ingredientes que van mejor con un vino tinto -como el salame- y otros con un vino blanco -como el jamón crudo y el queso bríe-. Entonces, ¿cómo se hace para elegir un solo vino que combine en armonía con todos los sabores presentados?

Lo primero, es tener en mente buscar vinos jóvenes y de andar liviano. Una cosecha dentro de todo reciente.

Seguidamente, es mejor pensar en el vino a la vez que se piensa en los ingredientes de la picada. Ya sea que la compres preparada o la vayas a hacer por tu cuenta, siempre debes tener en cuenta qué vas a combinar. Sobre todo en caso de que tengas un vino, un embutido o un queso preferido.

Si vas a hacer la picada, con más razón investiga los distintos embutidos y quesos, para entender sus sabores, sus texturas y hacer elecciones correctas que hagan que tu picada sea la reina de la noche.

En caso de que escojas un queso o un embutido de sabor intenso o textura grasosa que no vayas a poder quitar con el vino de tu elección, ten en mente frutas, conservas, frutos secos y panes que puedan borrar ese sabor y limpiar el paladar. La cuestión también está en no tener que privarse de ningún ingrediente si se puede solucionar.

Entonces, aquí les dejo este pequeño y descriptivo listado para que puedan orientarse con los diversos vinos.


  • Carácter Syrah:

Pocas veces un vino económico tiene la misma intensidad aromática que este Syrah. Abundan los vinos bien hechos, redondos y amistosos, pero ninguno de ellos engloba estas características con una potencia y sabor tan seductores.
Es frutado en la línea de la variedad, con evidentes berries y una boca golosa. Ideal para descorcharlo una y otra vez en las picadas degustadas en medio del calor.

  • Trapiche Tannat:

En lo que tiene que ver con precios amigables al bolsillo apretado, es difícil que un varietal salga bueno como debe, a menos que sea Cabernet o Merlot. Pero este vino, elaborado con uvas de San Juan, es la excepción a la regla: de coloración profunda, luce perfumado de frutas rojas y en el paladar se comporta blando y texturado, como un tissue.
Si lo que hay en tu mente es parecer un canchero conocedor de la mesa, este es tu producto a estrenar.


  • Postales del Fin del Mundo Malbec-Syrah:

La bodega neuquina del Fin del Mundo tiene un amplio abanico de marcas y productos, pero donde mejor se desempeña, a criterio de algunos conocedores, es en las gamas del precio medio. De Ventus a algunos de sus Postales, encontrarás vinos fieles como este Malbec-Syrah del que te hablamos, en el cual la fruta fresca es dominante, con un andar suave y de trama fina, como para beberlo con variados fiambres.


  • Bianchi Cabernet Suavignon:

Este Cabernet se destaca dentro de la flamante línea de varietales de Casa Bianchi, prometiendo quedarse en las góndolas por mucho tiempo a causa de su relación precio-calidad, respecto a la línea y la definición de los clásicos de la bodega.
De aroma frutal pero tímido, suelto al andar, tiene unos taninos bien redondeados que simularán una alfombra roja para la picada. Para combinar desde el chorizo de campo con pan casero, hasta morcilla vasca.


  • Uma Chardonnay:

Finca Agostinos es una bodega consolidada en el mercado externo, pero poco conocida en Argentina, donde hace unos pocos años arrancó con un amplio porfolio de marcas y vinos. Uma es una línea de varietales y este Chardonnay, un serio caso de estudio, con una imagen novedosa es frutal en la gama de las manzanas frescas y tiene una acidez vibrante que atrapa el paladar por su sabor definido y algunos gramitos de azúcar.
Ideal para beber junto a unas lonjas de jamón crudo, pistachos y pan casero tostado.


  • Santa Julia Rosé-Syrah:

Del universo del vino argentino, este rosado es una suerte de cometa: todos los años regresa a las góndolas entre agosto y septiembre, con alguna que otra sutil modificación que no hace sino aumentar el atractivo de siempre.
Brilla con un color púrpura ligero y atrapa al bebedor con un aroma frutal y vegetal. En cuanto al paladar, algunos gramitos de azúcar lo afelpan y vuelven deseable. Sin duda, una etiqueta que gustará al que recién comienza y al que lleva años viéndolo pasar. Apto para cualquier picada.


  • La Vuelta Merlot:

Salido a la venta un diciembre, este tinto será un obligado para los que secretamente adoran al Merlot. Si eres uno de sus amantes, sabrás lo que significa Bodega La Rural para la variedad y en ésto La Vuelta es como un certificado de estilo.
Un vino frutal, joven y fresco, con un paso cordial y franco de las cosas sencillas y ricas. Ideal para una larga picada en noches de terraza.


  • Sol Amante Malbec:

Una de las líneas de vinos de Escorihuela, Sol Amante, tiene este Malbec entre sus filas. Un varetal que calza como anillo al dedo de los argentinos. Con un andar sosegado y voluminoso, con taninos blandos pero vírgenes y un final sabroso.
En el supermercado puede que la etiqueta no convenza, pero el producto tiene sólidos argumentos a la hora de las olivas, el gruyére y un salame de campo.


Esperamos que esta pequeña lista les sea de ayuda en las futuras ocasiones en las que vayan a disfrutar de una picada.

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